Casi todo el mundo tiene una melodía asociada a una persona especial o a un momento concreto. El motivo es que la música parece desencadenar la secreción de oxitocina, una pequeña proteína implicada en el establecimiento de vínculos materno-filiales, sociales o relaciones de pareja. Se la conoce como hormona del amor y también de la confianza. No en vano uno de los objetivo del día mundial de la música es unir a los pueblos a través de sus distintas músicas. Porque la música es ante todo, un sistema de comunicación emocional.