Un pequeño número de estudios apunta a que la música potencia el sistema inmune y tiene propiedades antiinflammatorias. Pero además, la capacidad de la música para regular el eje hipotalámico–pituitario (el que pone en marcha la respuesta asociada al estrés), el sistema nervioso simpático (que regula la respiración, tasa cardiaca y tensión arterial) y el sistema inmunitario, tiene importantes implicaciones en la regulación del metabolismo y balance energético, según un artículo aparecido a finales del año pasado en la revista “Nutrición”.